.png)
El jardín de esta casa de pueblo ha sido completamente renovado para convertirlo en un espacio exterior funcional, cómodo y en perfecta sintonía con el entorno mediterráneo. Más que una simple mejora estética, este proyecto equilibra diseño y naturaleza, integrando la vegetación y la arquitectura de manera armoniosa. Cada zona ha sido diseñada para ofrecer confort, privacidad y una conexión fluida con el interior de la vivienda.
Cada elemento del jardín ha sido pensado para potenciar su funcionalidad y crear un ambiente acogedor en cualquier época del año, con diferentes espacios para mayores y pequeños.
El diseño combina materiales naturales, mobiliario de obra y vegetación mediterránea para crear un paisaje equilibrado y de bajo mantenimiento. La distribución de los espacios responde a un planteamiento práctico, diferenciando zonas de descanso, convivencia y entretenimiento sin romper la unidad del conjunto.
Este jardín se estructura en distintos niveles, permitiendo una mejor organización del espacio y una transición fluida entre las áreas de ocio. La piscina, con su diseño minimalista y revestimientos en piedra natural, se convierte en el centro del proyecto. Sus líneas limpias y su integración con el entorno aportan frescura y equilibrio visual.
Las zonas de estar se han diseñado para adaptarse a diferentes usos. Los bancos de obra revestidos en mampostería ofrecen un espacio cómodo y acogedor para la relajación o las reuniones informales. La cocina exterior, con barbacoa de obra, fregadero y encimeras revestidas en azulejos geométricos, aporta un toque de carácter mediterráneo y se convierte en un punto clave para la convivencia al aire libre.
La selección de materiales y vegetación juega un papel fundamental en la atmósfera del jardín. Se han respetado los árboles preexistentes, integrándolos dentro del diseño como generadores de sombra natural. La plantación de especies autóctonas como lavandas, olivos y buganvillas refuerza la identidad mediterránea del espacio y garantiza un mantenimiento sencillo y sostenible.
Las terrazas y niveles diferenciados permiten aprovechar al máximo la superficie del terreno. La combinación de piedra, madera y elementos vegetales crea un conjunto equilibrado, donde cada rincón tiene su propósito y aporta valor al conjunto. La iluminación indirecta realza las texturas y volúmenes del jardín, generando una atmósfera cálida y acogedora durante la noche.
El jardín de esta casa de pueblo ha sido completamente renovado para convertirlo en un espacio exterior funcional, cómodo y en perfecta sintonía con el entorno mediterráneo. Más que una simple mejora estética, este proyecto equilibra diseño y naturaleza, integrando la vegetación y la arquitectura de manera armoniosa. Cada zona ha sido diseñada para ofrecer confort, privacidad y una conexión fluida con el interior de la vivienda.
Cada elemento del jardín ha sido pensado para potenciar su funcionalidad y crear un ambiente acogedor en cualquier época del año, con diferentes espacios para mayores y pequeños.
El diseño combina materiales naturales, mobiliario de obra y vegetación mediterránea para crear un paisaje equilibrado y de bajo mantenimiento. La distribución de los espacios responde a un planteamiento práctico, diferenciando zonas de descanso, convivencia y entretenimiento sin romper la unidad del conjunto.
%20(1).png)
