Este proyecto en Sant Gervasi transforma un piso de 65m² en una vivienda contemporánea sin perder el carácter de la finca regia donde se encuentra. La reforma combina la recuperación de elementos originales con soluciones de diseño actuales, creando un equilibrio entre el encanto histórico y la funcionalidad moderna.
La restauración de los elementos originales convive con un diseño contemporáneo que optimiza el espacio y la luz natural.
La intervención ha respetado la estructura clásica, destacando molduras, carpinterías y techos altos, al mismo tiempo que introduce acabados contemporáneos y una distribución más abierta para aprobechar al máximo cada metro cuadrado, dado el reducido tamaño del piso.
El reto principal de la reforma fue optimizar cada metro cuadrado sin sacrificar la sensación de amplitud. La nueva distribución conecta las zonas comunes, permitiendo una circulación fluida y potenciando la luminosidad natural.
El salón y la cocina se fusionan en un único espacio diáfano que multiplica la luz y genera una mayor sensación de amplitud y eliminando el pasillo, para dar paso al salón principal. Y el recibidor se convierte en un estudio, eliminando zonas de paso.
En la zona de descanso, el dormitorio principal mantiene una atmósfera serena gracias a una paleta cromática neutra y mobiliario integrado que maximiza el almacenamiento sin recargar el espacio, incluyendo un escritorio y un tocador.
El baño, revestido en microcemento, apuesta por una estética minimalista, con una pica, como pieza central, del mismo mármol que la cocina y una ducha de gran formato que refuerza la sensación de lujo discreto.
Se han utilizado materiales nobles como la madera y el mármol para aportar calidez y sofisticación en todas las estancias.
Uno de los aspectos más característicos de la reforma ha sido la recuperación de los arcos y molduras originales, combinadas con una nueva paleta de colores y texturas que aportan profundidad y personalidad a la vivienda.
Las puertas de madera restauradas y los suelos de espiga en tonos naturales aportan continuidad con el pasado, mientras que las soluciones de almacenamiento a medida permiten mantener un espacio ordenado y funcional.
La iluminación ha sido un elemento clave en el diseño. Se ha trabajado con luz indirecta para resaltar las texturas y volúmenes, generando un ambiente acogedor y sofisticado.
Este proyecto en Sant Gervasi transforma un piso de 65m² en una vivienda contemporánea sin perder el carácter de la finca regia donde se encuentra. La reforma combina la recuperación de elementos originales con soluciones de diseño actuales, creando un equilibrio entre el encanto histórico y la funcionalidad moderna.
La restauración de los elementos originales convive con un diseño contemporáneo que optimiza el espacio y la luz natural.
La intervención ha respetado la estructura clásica, destacando molduras, carpinterías y techos altos, al mismo tiempo que introduce acabados contemporáneos y una distribución más abierta para aprobechar al máximo cada metro cuadrado, dado el reducido tamaño del piso.