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Casa Leopoldo, fundado en 1929 en el corazón del Raval de Barcelona, ha sido durante décadas un refugio para artistas, escritores y bohemios. Su ambiente tradicional y su cocina catalana lo convirtieron en un emblema de la ciudad.
El reto de este proyecto ha sido mantener la esencia y realzar su historia, al mismo teimpo que darle un look más actual para atraer diferentes publicos,
conservando las mesas de hierro forjado y mármol, los cuadros, la emblemática barra de madera y los azulejos portugueses que enmarcan el espacio.
La principal prioridad des del inicio fue conservar los azulejos originales tan característiocs del local, al mismo tiempo que crear espacios diferenciados con una misma narrativa visual. Se optó por escojer diferentes tonalidades crómaticas para cada espacio en consonancia con los azulejos. Las paredes fueron oscurecidas para resaltar los elementos decorativos originales, como carteles y fotografías históricas, creando un contraste elegante y sofisticado. Se implementó una iluminación estratégica que combina luces cálidas y acentos focales, realzando detalles arquitectónicos y creando diferentes ambientes dentro del mismo espacio. En las sala principal se incorporaron elementos clásicos como molduras y texturas ricas como el terciopelo para realzar el espacio, aportando un toque de elegancia y comfort. Se incorporaron sillas más confortables y un banco perimetral de terciopelo dorado, evocando las capas y vestuarío taurino, al mismo tiempo que permitió incrementar la capacidad de comensales. Tembién se renovaron las barras de apoyo para el personal, facilitando un flujo de trabajo más eficiente y mejorando la experiencia del cliente.
Se remodelaron los espacios para crear diferentes ambientes y aportar la flexibilidad necesaria para atraer diferentes publicos y cubrir diferentes necesidades: la sala Vázquez Montalbán, de matizes verdes, se dedicó al famoso escritor: Vazquez Molntalbán, que solía pasar las taredes disfrutando de la compañía del resto de comensales. Este espacio fué pensado para acojer grupos y realizar eventos. La sala rosa, como homenaje a Rosa Gil, la fundadora, se concibió como un n perfecto reservado para grupos más reducidos, donde uno queda sumergido en el color rosa de las medias de los toreros, creando un espacio acojedor y recogido. La sala estrella, "bohemia", se cubrió de color azul cobalto, transformadolo en un espacio intimo perfecto para la nueva coctelería, apelando a un público más variado y ampliando las franjas horarias y el ticket promedio. Todo pensado para incrementar la capacidad de comensales, aportando mayor flexibilidad para grupos y enventos, al tiempo que atrayendo diferentes publicos con el objetivo de que vuelvan y puedan repetir con diferentes experiencias.
Casa Leopoldo, fundado en 1929 en el corazón del Raval de Barcelona, ha sido durante décadas un refugio para artistas, escritores y bohemios. Su ambiente tradicional y su cocina catalana lo convirtieron en un emblema de la ciudad.
El reto de este proyecto ha sido mantener la esencia y realzar su historia, al mismo teimpo que darle un look más actual para atraer diferentes publicos,
conservando las mesas de hierro forjado y mármol, los cuadros, la emblemática barra de madera y los azulejos portugueses que enmarcan el espacio.
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