Esta restauración en Sant Pere de Ribes trasciende la simple renovación, convirtiéndose en un homenaje a la historia y a la arquitectura local. Más que una transformación, este proyecto es una reinterpretación del pasado con una visión contemporánea, donde el respeto por la tradición se equilibra con la funcionalidad del presente. Cada espacio cuenta una historia de evolución, diseño y propósito.
Cada detalle de la restauración busca un equilibrio entre el encanto del pasado y las exigencias de la vida moderna.
El juego entre elementos originales y nuevas incorporaciones genera una sinergia perfecta entre lo antiguo y lo contemporáneo. Las texturas, la luz y los materiales han sido seleccionados para realzar la esencia de la vivienda, creando un ambiente acogedor y atemporal.
Ubicada en una pintoresca calle del casco histórico de Sant Pere de Ribes, esta casa de 1854 ha sido meticulosamente restaurada para conservar su autenticidad sin renunciar al confort actual. Las vigas de madera blancas y los techos abovedados resaltan la estructura original, mientras que la elección de una paleta cromática neutra potencia la amplitud y la luminosidad de cada estancia.
La redistribución del espacio permitió una optimización del 30% en las áreas comunes, favoreciendo la entrada de luz natural y mejorando la conexión entre los ambientes.
Los espacios de estar reflejan la esencia acogedora de la vivienda, con una cuidada selección de mobiliario que mezcla materiales nobles como la madera y el lino. La chimenea restaurada, enmarcada por una decoración sofisticada, se convierte en el corazón del salón, proporcionando calidez y carácter a la estancia.
La cocina, completamente renovada, se ha concebido como un espacio de encuentro. La combinación de muebles oscuros con encimeras de piedra natural genera un elegante contraste, mientras que la iluminación indirecta realza la profundidad de los materiales. Su conexión fluida con el comedor, decorado con una impactante galería de arte, convierte esta zona en un espacio vibrante y dinámico.
Las habitaciones han sido diseñadas para transmitir serenidad y confort. En la suite principal, la luz natural se filtra a través de amplios ventanales, creando un ambiente cálido y relajante. Los dormitorios infantiles, por su parte, fusiona funcionalidad y diseño, con soluciones de almacenamiento integradas y una atmósfera lúdica y acogedora.
Los espacios exteriores juegan un papel clave en la experiencia de la vivienda. La integración de materiales como la madera y el mimbre refuerza la continuidad entre el entorno natural y la arquitectura de la casa.
Esta restauración en Sant Pere de Ribes trasciende la simple renovación, convirtiéndose en un homenaje a la historia y a la arquitectura local. Más que una transformación, este proyecto es una reinterpretación del pasado con una visión contemporánea, donde el respeto por la tradición se equilibra con la funcionalidad del presente. Cada espacio cuenta una historia de evolución, diseño y propósito.
Cada detalle de la restauración busca un equilibrio entre el encanto del pasado y las exigencias de la vida moderna.
El juego entre elementos originales y nuevas incorporaciones genera una sinergia perfecta entre lo antiguo y lo contemporáneo. Las texturas, la luz y los materiales han sido seleccionados para realzar la esencia de la vivienda, creando un ambiente acogedor y atemporal.
Ubicada en una pintoresca calle del casco histórico de Sant Pere de Ribes, esta casa de 1854 ha sido meticulosamente restaurada para conservar su autenticidad sin renunciar al confort actual. Las vigas de madera blancas y los techos abovedados resaltan la estructura original, mientras que la elección de una paleta cromática neutra potencia la amplitud y la luminosidad de cada estancia.
La redistribución del espacio permitió una optimización del 30% en las áreas comunes, favoreciendo la entrada de luz natural y mejorando la conexión entre los ambientes.